Desgracia tras desgracia

   ¿Os acordáis de la Dana de la provincia de Valencia? Pues dicen que las desgracias no vienen solas. Encima de todo lo que han sufrido, ahora, a cinco familias les han comunicado que sus casas han quedado tan dañadas que tienen que derribarlas.

   A los afectados solo les sale llorar y lo hacen cuando sus hijos no los ven. Tienen que pagar los derribos y no saben cómo salir de este gran apuro. Tienen que pagar hipotecas, no han recibido las ayudas y ahora más pagos.

Vely



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