¡Hasta siempre, amigas!

   Recuerdo que cuando llegué a Apam, había dos chicas muy majas que me acogieron muy bien. Me lo pusieron muy fácil. Eva y Marta me invitaron a comer con ellas y pronto nos hicimos amigas, al cabo de un tiempo llegó Laura e hicimos lo mismo con ella.

   Durante todos estos años nos lo hemos pasado bien juntas. Pero también hemos compartido momentos malos que nos pasaron a las tres y nos hemos apoyado y arropado unas a otras sin límites.

   Ahora que se van las dos a la vez, me dejan sola y huérfana. Las voy a echar mucho de menos. No sé cómo afrontaré su marcha.

   Os deseo un futuro lleno de proyectos que os entusiasmen y que seáis felices y comáis perdices.

   ¡Hasta siempre! Os pido que no os olvidéis de mí, como yo no os olvidaré.

Vely



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