Lo primero que quiero contar es por qué he llamado así al artículo. Arena, tiene 13 años y está ingresada en La Paz con un corazón artificial, a la espera de un trasplante cardíaco. Es la primera paciente española que tiene un novedoso dispositivo de control de esta máquina de asistencia ventricular: una consola que facilita su movilidad y le ha permitido salir del hospital e ir al cine con sus amigas. Lo dulce es, que después de cuatro meses, ha podido ir al cine con sus amigas. Lo agrio, que sigue esperando un trasplante. Hasta ahora la consola que controlaba los corazones artificiales pesaba unos 80 kilos, lo que limitaba la movilidad de los pacientes. Está ingresada desde el pasado 14 de julio, Arena reconocía que tenía muchas ganas de poder hacer una actividad "normal" y le hacía mucha ilusión ir con amigas a ver una película en una pantalla grande. García Guereta, su médico, explica que la menor nació con una enfermedad estructural del corazón, a pesar de lo cual tuvo una vida normal hasta hace unos meses, cuando comenzó a empeorar de manera muy brusca y los doctores la incluyeron en la lista de trasplantes. Pero aparecieron una serie de complicaciones, entre ellas pulmonares, que incluso obligaron a practicar a la paciente dos cateterismos y que limitaban la posibilidad del trasplante cardíaco, por lo que optaron por implantarle un dispositivo de asistencia ventricular, un corazón artificial, a finales de verano.
Marrupe
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