¡Increíble, pero cierto!

   El viernes 16 de diciembre, estalló en Berlín, el ascensor del hotel Radisonn Blue, encapsulado en un acuario cilíndrico de 16 metros de altura y 11,5 metros de diámetro. El ascensor era una ventana de 360 grados a 1.500 peces de 100 especies distintas nadando entre algas y rocas. Con suerte, hasta podía verse a buzos limpiando el fondo o renovando la flora de este mar en miniatura. Ya no queda nada. El acuario-ascensor, con 1.000 metros cúbicos de agua que pesarían 1.000 toneladas, reventó en la madrugada del viernes inundando la planta baja del hotel y provocando cuantiosos daños materiales. Las imágenes de lo que hasta hace unas horas era una de las atracciones más visitadas de la capital son desoladoras. La presión del agua arrolló el mobiliario del hall del hotel, destrozó parte de la fachada e inundó buena parte de la calle. Hay escombros y peces muertos por doquier. La sacudida causada por el estallido del acuario y el escape de un millón de litros de agua fue tan grande que incluso provocó, de hecho, una onda sísmica, que fue detectada por estaciones privadas en Rudow y en Lankwitz. Los bomberos recibieron la alarma de un detector automático de incendios del hotel a las 5:43 horas. La causa podría ser la fatiga de los materiales.

Marrupe

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