El viernes me llevé una alegría. Vino mi tía preferida a buscarme para llevarme a su casa. Pasé una noche con ella, del viernes al sábado. Vino al centro de día por sorpresa. Mi madre trajo a escondidas una bolsa con mis cosas. Fuimos andando a su casa. Allí merendé café con una torrija. Estuvimos hablando un poco, cenamos y a dormir. El sábado fuimos al Retiro. Merendé un croissant y después me llevó a mi casa en autobús, en el 9, en casa estaban mis padres, los dos. Mi tía después se fue a su casa.
¡Lo pasé muy bien, como nunca!
Sr. Pinto
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