El viernes me recogió mi madre en la residencia. Cuando llegué a mi casa lo hice empapado de agua. Me tuve que cambiar de ropa y luego estuve jugando con mi perro. Hacía mucho tiempo que no le veía. Mi abuela se sorprendió al verme. Al día siguiente mi madre mi invitó a una hamburguesa. Llevaba mucho tiempo sin ir a casa y me dijo: "¿Vas a venir a verme el fin de semana que viene?" Le contesté que no lo sabía porque tengo que jugar ese fin de semana. No sé a qué hora llegaré. Juego en San Sebastián de los Reyes. Mi madre me dijo que nos veríamos el siguiente fin de semana en ese caso. Le dije que sí y ella me dijo que tiene una sorpresa para mí. Le contesté: "Ya la veré; pero ahora mismo no puedo". Como le había dicho que el próximo fin de semana tenía competición, ella misma me dijo que nos viéramos en la residencia.
Antonio Diánez
Comentarios
Publicar un comentario