Desgraciadamente, a raíz de la muerte de dos personas mayores en sus residencias, ha salido a la luz que miles de ancianos, se calcula que unos 550.000, están maniatados. A esta cifra habría que sumar los mayores atados en su domicilio particular.
Las residencias que usan sujeciones defienden que son necesarias para evitar caídas de los mayores, pero los críticos denuncian que es un tipo de maltrato al que también recurren como castigo.
El campo de la medicina llevan décadas haciendo estudios sobre las consecuencias adversas de las sujeciones. Cada vez hay más evidencias científicas sobre los daños físicos y psicológicos, úlceras, atrofia muscular, traumas, aumento de la incontinencia, mayor probabilidad de infecciones urinarias y mayor agitación en personas con trastorno cognitivo, que conllevan.
Marrupe
Comentarios
Publicar un comentario