Sigo con mis memorias. Otra persona que es importante para mí en el Centro es Roberto, el cuidador. Con Mario he pasado mucho tiempo en la ruta. Nos chillamos y nos reímos mucho. Ha tenido mucha paciencia cuando llamaba por teléfono y no podía bajar por el ascensor, porque los vecinos me lo habían quitado o lo tenían cogido.
Hay alguien que siempre está en los momentos malos, Nuria, la terapeuta, porque siempre que la necesito está ahí. Aunque hay más personas que son de mi confianza, también Jesús y Rocío.
Continuará...
Ángel Jiménez
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