Matilde es una niña de cuatro años catalana que sufre un cáncer un tumor cerebral. Fue con sus padres a la consulta de protonterapia que hay en Barcelona, Cataluña y no se puede tratar; sin embargo en Madrid existen los medios para tratarlo. Pero la sanidad catalana no derivó a Matilde a Madrid. La derivaron a una clínica suiza. Dicha clínica está a 35 kilómetros de la ciudad de Zúrich, el Instituto Paul Scherre, donde debe ir todos los días para recibir el tratamiento, que dura 30 días. Esto significa que Matilde con tan solo cuatro años tiene que viajar todos los días, con el sobresfuerzo que supone.
Los padres preguntaron porque los derivaban tan lejos y no obtuvieron ninguna respuesta de la sanidad catalana. También miraron pagar el tratamiento ellos; pero era muy caro para su economía, cuesta 30.000 euros. El Ministerio de Sanidad cubre este tipo de "ofertas terapéuticas" con cargo a las arcas públicas.
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