Vacunas

    ¡Por fin me han puesto la primera dosis de Pfizer! Dentro de cuatro semanas, no sé si el miércoles o el domingo, me ponen la segunda. Decían que te podía dar fiebre, dolor del cuerpo, frío... pero a mí no me ha dado nada de eso. ¡Aquí estoy tan fresco! Cuando llegué a casa me acosté directamente y hasta las siete de la mañana.

  Cuando se salí de Apam, por no quitarme de la silla, me tiré siete horas más sentado por la tarde. ¡Así tenía yo esta mañana el culo! Es lo único que me dolía; pero no por la vacuna. También han vacunado a mi madre. Nos han vacunado en Coslada, en nuestro centro de salud.   

   La gente tiene mucho miedo a las vacunas; pero para parar el bicho hay que ponérsela. 

Ángel Jiménez