España se abre en Semana Santa para el turismo alemán, no para los nacionales. El país restringe la movilidad entre autonomías para contener los contagios; aunque mantiene las fronteras abiertas con el resto de Europa. España llega a la Semana Santa con dos medidas que chocan entre sí: la primera contener la movilidad nacional para llegar en la mejor situación epidemiológica posible al verano, momento clave para que el tejido económico coja un poco de aire. Por eso las comunidades autónomas se han cerrado perimetralmente y se restringen se los viajes entre ellas. Pero la segunda medida es la apertura a los turistas europeos, eso sí con PCR en mano.
Leticia
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