¡El que no llora no mama y el que la sigue la consigue! Un día en mi casa estaba al ordenador con la luz encendida de mi cuarto y en vez de pedir ayuda a mis padres para apagarla me puso yo solo a pensar de qué manera podía dar al interruptor. Vi un palo en el cerco de mi puerta, lo cogí con las dos manos, me acerqué un poco para calcular la distancia, me di cuenta de que llegaba al interruptor y la apagué yo solo. Desde entonces apago la luz de mi cuarto y el altavoz de mi ordenador. ¡Me siento feliz, como si hubiera descubierto América! ¡Es una satisfacción tremenda!
Ángel Luis
No hay lugar al que no puedas llegar y lo sabes!!! Bravo Ángel Luis por esa determinación e ingenio.
ResponderEliminar