Ayer fue el primer día que hice de Rey Mago para mis sobrinos. Les compré dos bicicletas sin pedales. El niño, al principio, no le hizo mucho caso; pero a mis padres se les ocurrió darle la vuelta a la bicicleta y entonces mi sobrino, que es superfanático de hacer rodar las cosas, se puso a girar la rueda y así estuvo un buen rato. La niña sí se montó y fue impresionante. ¡Me puso muy contento al ver que les hacía tanta ilusión! También les compré el cuento del Pollo Pepe que les gustó mucho.
Comimos cordero, que lo hizo mi padre, y estaba muy bueno como siempre que lo hace. Mi madre, para no variar, hizo mus de chocolate para el postre. Antes de la comida, en el aperitivo, me encantaron los boquerones. Por último me gustaron mucho los regalos del amigo invisible.
Josete
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