En estos tiempos malos, que estamos viviendo, nunca viene mal una noticia divertida como ésta, o a mí, así me lo parece.
Un gato tailandés decide irse unos días de su casa, donde vive con su dueño. A su regreso el gato volvió con una nota al cuello. Era de una pescadera anunciando que el gato se había alimentado de su pescado y que le debía el importe de lo consumido. ¡Que os parece!
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