Agresión a una mujer con movilidad reducida en el autobús

    Catalina, de 24 años de edad, cogió como otras veces el autobús interurbano para volver a su casa, a Rivas. Algo tan sencillo, tan cotidiano, puede ser una odisea para las personas con movilidad reducida. Ya lo hemos comentado muchas veces: que no va la rampa, que no para el conductor, que esperes al siguiente, malas caras muchas veces; pero en esta ocasión Catalina ha sido victima de una agresión, ha tenido que aguantar insultos por parte del conductor y hasta que la escupiera. La hizo llorar, no la dejó colocarse y casi se cae y la hizo bajar del autobús antes de su parada.

   Este tipo de cosas me enfadan muchísimo. ¡Que me tocase a mí un conductor así que se iba a enterar! Ya ha sido apartado cautelarmente del servicio y espero que no vuelva. 

Azu


Comentarios

  1. Los hombres de las cavernas tenían más ética que este tipo de sinvergüenzas. Me quedo con que los dinosaurios se acabarán extinguiendo. Gran artículo Azu, y que sepas que comparto tu indignación hacia estos pseudopersonajes...

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