7 de Diciembre de 1585

   En Empel, Países Bajos, un tercio español estaba rodeado de ingleses y holandeses. La rendición parecía la única salida. El almirante Filips van Hohenlohe-Neuenstein propone a los españoles la rendición con honores, conservando armas y estandarte. El maestre del tercio español responde: "Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra, ya hablaremos de capitulación después de muertos. Ante tal respuesta el Almirante abrió los diques de los ríos para inundar el campamento enemigo. 

   Sólo quedó el pequeño monte de Empel donde se refugiaron los soldados del tercio. Un soldado español cavando una trinchera se encuentra una tabla flamenca con la imagen de la Inmaculada Concepción. Considerando el hecho como una señal divina los soldados se encomiendan a la virgen. Aquella noche un viento helado hace que las aguas se hielen. Entonces los soldados españoles, marchando sobre el río helado, atacaron a la escuadra enemiga al amanecer del día 8 de diciembre y obtuvieron la victoria tan completa que el Almirante holandés llegó a decir: "tal parece que Dios es español al obrar para tan gran milagro". Desde entonces la Inmaculada Concepción fue patrona de los tercios españoles y más tarde de la infantería española. 

   Me encantan estas historias y si a vosotros también aquí la tenéis. He escrito esta historia porque acabamos de pasar el día 8 de diciembre y os la quiero dedicar a todos las que os guste como a mí.

Dolores


Comentarios

  1. ¡Enhorabuena Dolores! Haces historia tú también con este artículo que ha sido el número 1 de la semana.

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