Así es como denominó la NASA el hecho ocurrido el pasado 9 de julio. Tres compañías aéreas, cada una diferente, tuvieron un singular acontecimiento. En el primero la compañía cubría el trayecto de Irlanda con Luxemburgo. Alrededor de las doce y cuarto de la noche un avión de pasajeros, un Boing 747, vio como se le acercaba lo que parecía una roca del largo de tres aviones y de ancho como un campo de fútbol. El objeto se aproximó al aparato y de repente frenó en seco, estando más de media hora al lado del avión. De repente, de nuevo, se le encendieron luces de varios colores y se alejó del avión a la velocidad de 2tmil, que en el argot de los pilotos es dos mil veces la velocidad de la luz.
El siguiente suceso fue en la ruta de New York a California. Ahí el objeto se avistó a las tres cuarenta y cinco de la madrugada; también estuvo parado en paralelo, observando al aparato y a los pasajeros. Al cabo de unos treinta minutos volvió a encender sus lucecitas y salió despedido a la máxima velocidad.
El último avión que avistó el objeto fue uno que cubría la ruta de Nueva Zelanda a Malasia. Allí el objeto fue visto cerca de las dos de la mañana. También el objeto estuvo observando a los humanos que viajaban en el avión y tras treinta minutos observando, La Roca volvió a encender sus luces y a alejarse a toda velocidad.
Por eso estamos seguros de que estamos siendo observados y de que no estamos solos en la galaxia.
El siguiente suceso fue en la ruta de New York a California. Ahí el objeto se avistó a las tres cuarenta y cinco de la madrugada; también estuvo parado en paralelo, observando al aparato y a los pasajeros. Al cabo de unos treinta minutos volvió a encender sus lucecitas y salió despedido a la máxima velocidad.
El último avión que avistó el objeto fue uno que cubría la ruta de Nueva Zelanda a Malasia. Allí el objeto fue visto cerca de las dos de la mañana. También el objeto estuvo observando a los humanos que viajaban en el avión y tras treinta minutos observando, La Roca volvió a encender sus luces y a alejarse a toda velocidad.
Por eso estamos seguros de que estamos siendo observados y de que no estamos solos en la galaxia.
Un saludo de vuestro reportero favorito,
Emilio
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