La casa encantada de Vallecas

   ¡Bienvenidos una semana más a la nave del misterio! 

   En el popular barrio madrileño de Vallecas ocurrieron unos hechos que os voy a narrar. En una humilde casa de Vallecas vivía un padre con sus dos hijas, la mayor de 8 años y la pequeña de 6. Una tarde las dos hermanas se pusieron a jugar a la ouija. Cuando estaban jugando entró el padre en la habitación y se puso como loco a romper el tablero. Acto seguido el vaso explotó y una especie de humo blanco se le introdujo a la pequeña por la nariz. Este hecho cambió la vida de la familia y tambaleó la de la casa. La niña pequeña ponía gestos raros y tenía atemorizada a la mayor. La pequeña cambiaba de gestos y parecía más mayor de edad, emitía gruñidos y hasta llegó a levitar 30 cms sobre la superficie de la cama.

   este caso nos hace reflexionar que la ouija no es un juguete sino un juego peligroso que abre muchas puertas y que algunas de ellas deberían permanecer siempre cerradas. 

Emilio Gómez-Pavón


Comentarios

  1. Uy, uy, qué miedito! Es lo primero que he pensado: qué narices hacían esas dos niñas jugando a eso! En fin! Espero la próxima.

    ResponderEliminar
  2. te mola las historias de miedo a mi no

    ResponderEliminar

Publicar un comentario