Ayer fui a la feria de empleo para jóvenes con discapacidad. Lo organizaba la ONCE en el Paseo de la Habana. La iniciativa se llama Poder Extra.
Había que estar a primera hora de la mañana, a las nueve. Me acompañó mi padre. En la entrada principal buscaban tu inscripción y te explicaban qué tenías que hacer. Me regalaron una mochila muy chula. A las diez de la mañana ya empezaban a hacer talleres. La primera conferencia la dieron unos deportistas paralímpicos famosos. A las doce te pasabas por las 15 empresas que había para entregar tu currículo. A la una había un taller de Lego y construí con las piezas una placa base de ordenador, porque teníamos que explicar con los legos en qué nos gustaría trabajar. Me felicitaron porque me quedó muy bien y me animaron a que lo intente en alguna empresa porque tengo hechos los cursos del CRMF. Otro taller muy, muy interesante fue el de un programador de videojuegos conocido como Stack. Todas las conferencias eran con intérprete de lengua de signos.
A las dos de la tarde era la hora de la comida. Te daban a la entrada un papel y con él luego un picnic. Después de comer tuvimos una actividad superdivertida. Era un taller de dinámicas de trabajo. El último taller era sobre cómo conseguir un trabajo por tu currículo. Al terminar me dieron un diploma. Mi padre y yo terminamos agotados pero fue una experiencia muy bonita. ¡Merece la pena! Además encontré allí a tres personas que conocía a Joel, mi compañero de Apam, Mayra que también estuvo en Apam y a otro amigo de la asociación de ocio. Ahora sólo queda que me llamen de alguna empresa y encuentre trabajo.
¡Ah, una cosa más: me he hecho famosa! Las cuidadoras de Apam me vieron en la tele en la feria.
Había que estar a primera hora de la mañana, a las nueve. Me acompañó mi padre. En la entrada principal buscaban tu inscripción y te explicaban qué tenías que hacer. Me regalaron una mochila muy chula. A las diez de la mañana ya empezaban a hacer talleres. La primera conferencia la dieron unos deportistas paralímpicos famosos. A las doce te pasabas por las 15 empresas que había para entregar tu currículo. A la una había un taller de Lego y construí con las piezas una placa base de ordenador, porque teníamos que explicar con los legos en qué nos gustaría trabajar. Me felicitaron porque me quedó muy bien y me animaron a que lo intente en alguna empresa porque tengo hechos los cursos del CRMF. Otro taller muy, muy interesante fue el de un programador de videojuegos conocido como Stack. Todas las conferencias eran con intérprete de lengua de signos.
A las dos de la tarde era la hora de la comida. Te daban a la entrada un papel y con él luego un picnic. Después de comer tuvimos una actividad superdivertida. Era un taller de dinámicas de trabajo. El último taller era sobre cómo conseguir un trabajo por tu currículo. Al terminar me dieron un diploma. Mi padre y yo terminamos agotados pero fue una experiencia muy bonita. ¡Merece la pena! Además encontré allí a tres personas que conocía a Joel, mi compañero de Apam, Mayra que también estuvo en Apam y a otro amigo de la asociación de ocio. Ahora sólo queda que me llamen de alguna empresa y encuentre trabajo.
¡Ah, una cosa más: me he hecho famosa! Las cuidadoras de Apam me vieron en la tele en la feria.
Laura
Genial. Te deseo todo lo mejor!
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