El día 23 de junio un grupo de niños de entre 11 y 16 años después de un entrenamiento de fútbol, con su monitor, un joven de 25 años, se montaron en sus bicicletas y se fueron de expedición a la cueva Tham Luang en Tailandia.
Una de las madres, viendo que su hijo no llegaba dio la voz de alarma y tras la denuncia comenzó la búsqueda.
Pasaron 10 días sin saber nada de ellos, el guarda del Departamento de Parques Nacionales avisó a las autoridades de que las bicicletas estaban en la puerta de la cueva. A pesar del cartel que prohíbe la entrada a la misma en temporada de lluvias, como es ahora, lo que les pasó es que les sorprendió un chaparrón repentino y continuo. La crecida del agua les impidió salir, además algunos de los chicos ni siquiera sabían nadar.
El gobierno tailandés rápidamente se movilizó, con la ayuda de países como Australia, Japón, China, Estados Unidos y con expertos internacionales en buceo y en espeleología, e iniciaron los trabajos de búsqueda.
El día dos de Julio, tres buzos expertos británicos los encontraron, apiñados sobre una roca. Se encontraban bien aunque debilitados.
Rescatarlos es una tarea difícil ya que se encuentran a 4km. de la salida y para llegar al punto donde se encuentran hay que pasar por estrechos canales inundados, donde no hay visibilidad, incluso Samarn Poonan (antiguo submarinista militar) quien trabajaba como voluntario, perdió la vida preparando este rescate. Sin embargo es urgente evacuarlos ya que amenazan lluvias y esto si que es grave.
Lo han estudiado por varias vías y han tomado la decisión de sacarlos buceando, cada uno de ellos irá acompañado por dos buzos.
Parece que esta decisión está funcionando, hasta ahora han conseguido rescatar a ocho menores. Quedan en la cueva otros cuatro y su monitor. Pero en cuanto recarguen las botellas y las fuerzas seguro que les sacan.
Una de las madres, viendo que su hijo no llegaba dio la voz de alarma y tras la denuncia comenzó la búsqueda.
Pasaron 10 días sin saber nada de ellos, el guarda del Departamento de Parques Nacionales avisó a las autoridades de que las bicicletas estaban en la puerta de la cueva. A pesar del cartel que prohíbe la entrada a la misma en temporada de lluvias, como es ahora, lo que les pasó es que les sorprendió un chaparrón repentino y continuo. La crecida del agua les impidió salir, además algunos de los chicos ni siquiera sabían nadar.
El gobierno tailandés rápidamente se movilizó, con la ayuda de países como Australia, Japón, China, Estados Unidos y con expertos internacionales en buceo y en espeleología, e iniciaron los trabajos de búsqueda.
El día dos de Julio, tres buzos expertos británicos los encontraron, apiñados sobre una roca. Se encontraban bien aunque debilitados.
Rescatarlos es una tarea difícil ya que se encuentran a 4km. de la salida y para llegar al punto donde se encuentran hay que pasar por estrechos canales inundados, donde no hay visibilidad, incluso Samarn Poonan (antiguo submarinista militar) quien trabajaba como voluntario, perdió la vida preparando este rescate. Sin embargo es urgente evacuarlos ya que amenazan lluvias y esto si que es grave.
Lo han estudiado por varias vías y han tomado la decisión de sacarlos buceando, cada uno de ellos irá acompañado por dos buzos.
Parece que esta decisión está funcionando, hasta ahora han conseguido rescatar a ocho menores. Quedan en la cueva otros cuatro y su monitor. Pero en cuanto recarguen las botellas y las fuerzas seguro que les sacan.
Elvira Jiménez
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