El hombre lobo de Allariz

   Manuel Blanco Romasanta, conocido como el hombre lobo de Allariz por, había sido condenado en 1883 a pena de muerte por despedazar con uñas y dientes a sus víctimas. 

   El asesino confesó haber matado a 13 personas tras haberse convertido en hombre lobo por la maldición de una bruja. La condena fue conmutada por la reina Isabel II a la que un científico francés había pedido clemencia para poder investigar el caso. El asesino declaró que en las noches de luna llena se transformaba en hombre lobo y que se ocultaba en el bosque durante varios días para atacar a las víctimas, que primero destrozaba y luego se comía. Nunca se encontraron los cadáveres de sus víctimas y muchas de sus familias creían que estaban vivas porque Romasanta les enseñaba cartas que habían sido falsificadas por él. 

   Este hombre había nacido en la aldea de Regueiro. Era rubio y medía solamente 137 cms. Sabia escribir y leer y tenía una gran capacidad de persuasión. Se ganaba la vida como sastre y llevó una existencia aparentemente normal hasta la muerte de su mujer. Desde que ella falleció se dedicó a viajar por los pueblos de Galicia como vendedor de ungüentos, que se rumoreaba que estaban hechos con grasa humana. Por eso le apodaban también el sacamantecas y el hombre del unto. Los abogados alegaron que era un hombre enfermo; pero los peritos confirmaron que poseía todas sus facultades mentales.

Dolores 


Comentarios

  1. Por favor, qué caso criminal más horrible y asqueroso. Supera la ficción, como siempre.

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