Estos días se está hablando mucho de Juana Rivas, la mamá que secuestró a sus hijos, que más que secuestro yo diría que es protección, ya que el padre de estos ha tenido dos denuncias por malos tratos a la madre, llegando a cumplir condena por ello en el 2009, después que él admitiera su culpabilidad.
No hay que olvidar que los hijos de las personas maltratadas también son víctimas.
Ella tendrá que esperar a que la justicia española dicte un veredicto, ya que esta acusada de dos delitos: sustracción de menores y desobediencia a la autoridad.
Después no le quedará más remedio que volver para Italia donde están sus hijos con su ex-marido, el cual a alegado que no cuenta con recursos económicos para mantenerlos y estaría dispuesto a la custodia compartida, pero en Italia.
Hay otro caso similar, el de Carmen Palomino, esta malagueña afirma no haber secuestrado a sus hijas, ella tiene su guardia y custodia, afirma que se han criado y viven en su casa de Málaga y que su padre viene cada dos meses de Grecia a verlas. No sabia que la estaban buscando desde el 14 de agosto, ya que ella no recibió ninguna notificación del juzgado, cuando se enteró, se presentó inmediatamente en la comisaría malagueña.
Ahora serán los jueces los que decidan el futuro de estos niños.
Ella tendrá que esperar a que la justicia española dicte un veredicto, ya que esta acusada de dos delitos: sustracción de menores y desobediencia a la autoridad.
Después no le quedará más remedio que volver para Italia donde están sus hijos con su ex-marido, el cual a alegado que no cuenta con recursos económicos para mantenerlos y estaría dispuesto a la custodia compartida, pero en Italia.
Hay otro caso similar, el de Carmen Palomino, esta malagueña afirma no haber secuestrado a sus hijas, ella tiene su guardia y custodia, afirma que se han criado y viven en su casa de Málaga y que su padre viene cada dos meses de Grecia a verlas. No sabia que la estaban buscando desde el 14 de agosto, ya que ella no recibió ninguna notificación del juzgado, cuando se enteró, se presentó inmediatamente en la comisaría malagueña.
Ahora serán los jueces los que decidan el futuro de estos niños.
Irene y Elvira
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