En nuestro Centro de Día tenemos varios talleres muy interesantes; pero os voy a hablar hoy de uno en concreto. Se llama “Taller de Grafomotricidad” y consiste en dibujar y escribir. Así practicamos la destreza de nuestras manos ¡Qué buena falta nos hace!
A mí, por mucho que practique, no se me da muy bien; pero me lo paso “chupi” porque tengo un compañero sordo que se pasa la semana dándole la brasa a la terapeuta. Cuando por fin le llega la hora de ponerse a dibujar, Marcelino que así se llama mi compañero, va y se duerme porque le entra la modorra después de comer. La terapeuta intenta espabilarlo con golpecitos en las manos. A veces consigue espabilarlo así, otras no tiene éxito y Marcelino sigue durmiendo. Los demás nos echamos unas risas a cuenta de estos chascarrillos.
A mí, por mucho que practique, no se me da muy bien; pero me lo paso “chupi” porque tengo un compañero sordo que se pasa la semana dándole la brasa a la terapeuta. Cuando por fin le llega la hora de ponerse a dibujar, Marcelino que así se llama mi compañero, va y se duerme porque le entra la modorra después de comer. La terapeuta intenta espabilarlo con golpecitos en las manos. A veces consigue espabilarlo así, otras no tiene éxito y Marcelino sigue durmiendo. Los demás nos echamos unas risas a cuenta de estos chascarrillos.
Veli
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