¡Me encanta el mundo en el
que vivimos!
¡Los humanos no dejan de
sorprenderme!
¡Cómo nos importa el
planeta!
¡Cuántas campañas para
salvar a las ballenas!
Te acosan en la calle,
obligándote a salvar los delfines.
¡Cuánto nos importan los
abandonos de perros y gatos! ¡¿Y los toros...!? De
repente, un bum con los toros. En fin, que queremos salvar
el planeta, pero seguimos rechazando
los recursos naturales,
seguimos viajando en un coche por persona...
Y mientras llevamos a
nuestros hijos a las guarderías y a nuestros ancianos a las residencias, nos
compramos un perrito porque nos sentimos solos.
¡Que hipócritas somos! ¿En
qué nos estamos convirtiendo?
Nuestras calles están llenas
de mendigos; algunos, sólo te piden una sonrisa, que ni siquiera damos.
Yo, vivo en un barrio muy
moderno, en el centro de Madrid. ¡Es muy cosmopolita! En la mayoría de los
comercios y bares, los perros pueden entrar, los mendigos, no.
Y amigos, soy una amante del
planeta, me encantan los animales.
Y yo, como mi hermana,
espero que la cotidianidad no nuble mi conciencia y como decía Ana Belén en su
canción: "Sólo le Pido a Dios,
(cada noche), que la guerra no me sea indiferente".
Elvira
Jiménez Rufián
Muy buen tema, muy claramente expuesto y totalmente de acuerdo. Te sonríe o te saluda una persona que pide en la puerta de una iglesia y qué piensas, Ah, pero si es persona, tiene padres,hijos, una familia, y ves que molesta y piensas que podría limitarse a estar, sin hablar...
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