En esta historia os voy a contar que yo tengo unos sobrinos muy buenos por parte de dos primas mías. Son muy buenos porque cuando yo anuncio que voy a verlos ellos se ponen muy contentos y porque ellos en todo momento me atienden muy bien; además sus madres se alegran de que nos llevemos tan bien porque mis primas también me quieren mucho. Durante toda mi vida mis primas me han atendido muy amablemente y ellas me hacen muy feliz.
Mis sobrinos esperan todo el año hasta Navidad a que yo los vea otra vez, y cuando los malagueños vienen a Madrid a ver a su abuela preguntan cuándo me ven a mí; entonces en el momento que yo llamo a la puerta de su abuela todos salen en tropa a verme.
Yo tengo todos los móviles de ellos para comunicarnos por teléfono, uno se llama Rafael, otro se llama Jorge y el pequeño se llama Álvaro, y todos ellos son los malagueños. Los madrileños se llaman Javier, Alberto y Blanca.
Mis sobrinos esperan todo el año hasta Navidad a que yo los vea otra vez, y cuando los malagueños vienen a Madrid a ver a su abuela preguntan cuándo me ven a mí; entonces en el momento que yo llamo a la puerta de su abuela todos salen en tropa a verme.
Yo tengo todos los móviles de ellos para comunicarnos por teléfono, uno se llama Rafael, otro se llama Jorge y el pequeño se llama Álvaro, y todos ellos son los malagueños. Los madrileños se llaman Javier, Alberto y Blanca.
Adolfo Valcarce
Normal que te quieran los sobris, eres un gran tío Adolfo!
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