¡Pobrecito el Rey! Después del lío de la cacería, lo del yerno y algo más que ahora se me olvida, ha sido ingresado de nuevo para someterse a otra operación de cadera.
La operación por suerte ha salido muy bien. Poco a poco se irá recuperando porque el discurso de Navidad está al caer.
Marta Sánchez
Eva Terapeuta. Veo que a este Boletín Digital no se le escapa ni una!!!! Creo que nuestro Rey se nos está haciendo mayor y tanta actividad diplomática pasa factura!!!!
ResponderEliminarYO CREO QUE ES HORA DE QUE DEJE REINAR A SU HIJO,YA QUE LOS CIUDADANOS EN ESO PARECE QUE NUESTR OPINION ES LO DE MENOS,PARA EL PODER
ResponderEliminar¡Bravo Marta! Me gusta tu artículo un montón.
ResponderEliminarJulio