Soledad

   Ayer me enteré de que habían encontrado a un hombre que llevaba un mes muerto en su piso, en el que vivía solo, al parecer los vecinos lo denunciaron por el olor que salía de su casa.

   No sé si este señor vivía solo porque quería o por que no le quedaba más remedio, la verdad es que cada vez vivimos más aislados, lejos de nuestra familia, en un entorno donde los vecinos no se saludan, esperan a que se oiga el clic de la puerta del portal, para no saludarse y si se encuentran en el ascensor, sacan los teléfonos móviles para no entablar conversación.

   Tenemos un gran problema, a los ancianos y personas dependientes no les llega la pensión para pagar las residencias, los padres no tienen para pagar guarderías, a algunos no les llega ni para los gastos familiares, pero aun así, nos creemos que podemos hacer todo solos y no nos damos cuenta de cuanto nos necesitamos, cuanto ganaríamos si la vida fuese compartida, ayudándonos los unos a los otros, en vez de separarnos, cuando nos damos cuenta, ya es tarde, nos hacemos mayores y nuestros jóvenes vuelven a cometer los mismos errores que cometimos nosotros.

   Las generaciones que nos van relevando lo tienen mucho más complicado, ya que ellos tienen la obligación de estar conectados todo el día a Internet, informando al mundo de lo guapos que son y lo bien que lo hacen, además de estudiar una carrera, que con suerte acabarán antes de cumplir los treinta. Comenzando sus vidas con una maratón llena de obstáculos y de competitividad, sintiéndose incomprendidos y solos.

   Solos..., como posiblemente acabarán sus vidas.

Elvira Jiménez


Comentarios

  1. Gran reflexión sobre la realidad social del hombre y la ilusión neoliberal del individualismo extremo como elemento de felicidad del individuo, cuando tantas veces es el elemento de sufrimiento de los individuos...

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  2. ¡Enhorabuena Elvira! Has conseguido el número 1 esta semana con tu artículo.

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